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Justicia Fiscal

Fijar impuestos a la riqueza ya no es una opción, es una obligación

Crisis global, desempleo y acumulación de riqueza en pocas manos crean un escenario desfavorable para cerrar las brechas de desigualdad. Solo entre marzo de 2020 y noviembre de 2022 la riqueza de los milmillonarios de la región creció en 21%

Mientras la economía se ha ralentizado, la riqueza de unos pocos se ha disparado. Si bien las múltiples crisis actuales han incrementado la desigualdad, este fenómeno responde a décadas de inacción política. Entre marzo de 2020 y noviembre de 2022 la riqueza de los milmillonarios de América Latina y el Caribe aumentó en 21%. Este crecimiento es 5 veces más rápido que el del PIB de la región, que creció a un ritmo de 3,9%.

Esta situación refleja que el modelo económico actual alimenta una espiral de concentración de riqueza tal, que las crisis brindan oportunidades de enriquecimiento para unos pocos. De acuerdo con el estudio publicado por OXFAM “La Ley del más Rico: Gravar la riqueza extrema para afrontar las desigualdades en América Latina y el Caribe”, en los últimos 10 años, por cada USD 100 de nueva riqueza creada en Colombia, 45 dólares han ido a parar a manos del 1% más rico y solo 12,4 dólares se concentran en el 50% más pobre.

Luis Moreno, coordinador del área de Justicia Fiscal de la Red Latinoamericana por Justicia Económica y Social – Latindadd estima que hoy tenemos la oportunidad de reformar los sistemas tributarios para que sean más progresivos. Es una necesidad urgente por la que seguimos trabajando, para cambiarlos o reformarlos. En un mundo en que los ricos son mucho más ricos, fijar un aporte mínimo de sus fortunas podría ser una solución. Esto ayudaría a redistribuir la riqueza, a fomentar políticas sociales profundas en la región y en el mundo”. 

Y es que los datos no dejan espacio para la duda: en El Salvador, el 1% más rico del país se ha llevado 4 veces más de la nueva riqueza que el 50% más pobre, mientras que en Honduras y Guatemala el 1% más rico se llevó 7 veces más que la mitad de su población más pobre. En Brasil, el 1% más rico concentra la mitad de la riqueza del país. En el caso de México, el hombre más rico de este país tiene una fortuna superior a la que posee en conjunto la mitad de la población más pobre, y estamos hablando de un país que tiene 130 millones de habitantes.

En el contexto de la pandemia y de la crisis económica y social generada por esta, sumadas a los efectos económicos negativos que genera el conflicto entre Rusia y Ucrania vemos que están afectando a todos globalmente. También ha impactado en el crecimiento de las desigualdades en el mundo y en especial en América Latina y el Caribe, volviendo a los pobres más pobres y a los ricos más ricos. Estamos ante un escenario desfavorable para la mayoría”, detalló Moreno.

BRECHAS MARCADAS

En la otra cara de la moneda tenemos al resto de la población, cientos de millones de habitantes de la región, que han pasado las peores situaciones económicas durante la pandemia, han visto desaparecer sus pocos ahorros, han perdido el empleo e incluso han pasado a ser considerados población en situación de pobreza. Mientras que los milmillonarios han incrementado sus fortunas durante la pandemia, el sueldo de la población ha perdido hasta un 10% de valor adquisitivo durante el mismo lapso. Hoy 201 millones de personas (32,1% de la población total) vive en la pobreza, de ellos al menos 82 millones (13,1%) se encuentran en situación de pobreza extrema.

Esto cobra más relevancia cuando se entiende que dicha riqueza se acumula a costa de la negación sostenida y extendida de derechos sociales, económicos y laborales, así como de la devastadora sobre explotación de las riquezas naturales de los países. Así los sistemas tributarios deben responder a las necesidades contemporáneas evidentes de visibilizar las externalidades (o impactos negativos) que están detrás de esta acumulación de riquezas y, en función de eso, corregirlas.

POSIBLES SOLUCIONES

Remediar esta situación y acortar la enorme brecha es factible. De acuerdo al informe de OXFAM una vía para remediar esta gigantesca disparidad económica está en los sistemas tributarios. Del 2007 al 2019 la tasa de recaudación en LAC creció solo 7%, principalmente por tributos pagados por los y las trabajadoras de la región, ya sea por medio de impuestos a la renta personal, contribuciones a la seguridad social o gravámenes al consumo. Pero si revisamos la recaudación tributaria sobre grandes empresas y grandes fortunas, el panorama es otro. En ese mismo período, las tasas impositivas a las transnacionales y a los milmillonarios han caído hasta en 5%.

Es urgente establecer impuestos a las grandes fortunas. Desde Latindadd nos sumamos al llamado a los gobiernos para implementar una imposición a los más ricos, que puede ayudar, conforme con sus compromisos, a defender y garantizar el bienestar de la sociedad en su conjunto y de la naturaleza.

“Se necesitan reformas tributarias progresivas que ayuden a cerrar las brechas que se han ido agravando en este contexto. Necesitamos una política fiscal justa, equitativa, redistributiva para dotar de capacidades a los gobiernos para que puedan beneficiar a la ciudadanía con políticas públicas y servicios públicos de calidad para todas y todos”, finalizó Moreno.

Nota elaborada por Klelia Guerrero y Omar Olivares

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