América Latina es una de las regiones en el mundo más golpeadas por la pandemia, tanto en términos sanitarios, como sociales y económicos. Un estudio de Latindadd, con el apoyo de la Coalición por la Transparencia Financiera, analiza detalladamente las respuestas de los países de la región ante la emergencia y formula recomendaciones.
De acuerdo con el informe “Financiamiento en tiempos de crisis: intervenciones en América Latina tras la Covid-19” en 2021 la región se recuperaba —a ritmos distintos entre países y sectores productivos—, gracias al efecto rebote de la demanda mundial y al contexto de precios altos de las materias primas. Sin embargo, también advierte que esta reactivación no garantiza mejoras en aspectos estructurales para el bienestar general de la ciudadanía y la reducción de la desigualdad. Esto se profundiza con el incremento de los costos de producción y consumo causados por la inflación y la depreciación de las monedas locales respecto al dólar.
El documento sistematiza y analiza los casos de seis países: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica y Ecuador; enfatizando en detalles sobre el contexto y alcance de sus implementaciones.
Indicadores macroeconómicos
Se estima que, en promedio, los paquetes fiscales implementados en 2020 por los gobiernos de la región para fortalecer los sistemas de salud pública, apoyar el ingreso familiar y proteger la estructura productiva, representaron 4.6% del PIB.
Pese a esto, la contracción económica en Latinoamérica durante 2020 causó la pérdida de 44 millones de empleos y el paso de 209 millones de personas a vivir en condiciones de pobreza (22 millones más que en 2019). En Argentina, Perú, Brasil y México, la tasa de pobreza creció más que el promedio latinoamericano (7%); mientras que Paraguay, Uruguay y Panamá fueron los menos afectados (entre 1 y 3 puntos porcentuales).
“A pesar de las limitaciones financieras y estructurales de la región, todos los países respondieron a la crisis causada por la Covid-19. Los enfoques centrales de estas acciones no varían mucho, pero si lo hacen su alcance, temporalidad, cobertura y costos asociados (según su forma de financiación)”, considera el informe.
Resalta, además, que la Covid-19 causó un retroceso de una década en cuanto a la participación de la mujer en el mercado laboral: los sectores más afectados —como el comercio y el turismo— concentraban 57% del empleo de las mujeres. Al respecto, las cifras de la OIT confirman una recuperación laboral más lenta para este grupo considerando que, de los 10 puntos porcentuales en que cayó la tasa de ocupación de las mujeres, hasta 2021 solo se recuperó en un 6%.
Todo lo anterior en un contexto de congestión y descontento social que produjo estallidos varios incluso antes de la pandemia.
Medidas de alivio estatal
Al evaluar la respuesta estatal de los diferentes gobiernos de la región, el informe inicia con la revisión de las medidas económicas. Si bien, en teoría, estas apuntaron al sostenimiento del empleo mediante la protección de la liquidez empresarial y la subsistencia de las unidades productivas afectadas. No obstante, advierte que en la práctica se dejó sin apoyo —o con apoyo muy limitado— a segmentos productivos claves como Mypes e informales.
En el ámbito social, los países analizados otorgaron transferencias monetarias y no monetarias. Las limitaciones observadas en este caso surgen de la escasez de padrones actualizados para la habilitación de los beneficios, así como de sistemas de control que garanticen la eficiencia del uso de los pocos recursos disponibles. Se resaltan implementaciones que atendieron las necesidades inmediatas de la emergencia mientras construyeron capacidades para contribuir con la reducción de brechas sistémicas en el largo plazo.
En cuanto a las fuentes de financiamiento de estas medidas, el informe indica que los presupuestos públicos ordinarios de los gobiernos no fueron suficientes en ningún caso, incluso tras procesos de redistribución y ajuste de prioridades internas. Por tanto, las economías latinoamericanas tuvieron poco espacio de decisión real y su acción dependió de recursos externos, principalmente endeudamiento público, mediante emisión de bonos o préstamos de organismos internacionales.
Recomendaciones
Es importante que los gobiernos continúen implementando medidas de sostenimiento a los sectores más vulnerables, pero que lo hagan de forma más estratégica, enfocada y con procesos más transparentes para fomentar la recuperación sea más equitativa, inclusiva y sostenible, recomienda el informe de Latindadd.
“Esto es imprescindible, ya que gran parte del impacto de la pandemia en la región surge de las desigualdades en acceso a infraestructura, capital humano, conectividad y otros servicios. Más allá de la respuesta a la emergencia, las medidas públicas deben contemplar la creación de estas capacidades estructurales”, añade.
En la construcción de la solución y de una estructura social regional más resiliente, el informe también recomienda la implementación de registros flexibles, actualizados e integrales; el establecimiento de un nuevo pacto social que promueva una fiscalidad progresiva y sostenible, la valorización del cuidado, la reivindicación de los pueblos y nacionalidades históricamente excluidas y, el acceso homogéneo a las necesidades básicas. Por último, el desarrollo de la infraestructura social, productiva, tecnológica, humana.
El informe Medidas adoptadas en América Latina en el marco de la crisis del Covid-19 fue elaborado en el marco de un proceso global liderado por la Coalición por la Transparencia Financiera (FTC), sistematizado en el documento Recovery at a Crossroads: how countries spent Covid-19 funds y ha sido discutido en espacios como el VII Encuentro Internacional con Periodistas por Justicia Fiscal.
El detalle de los estudios a escala país se puede encontrar en los siguientes enlaces:
Argentina
Brasil
Colombia
Costa Rica
Chile
Ecuador