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Nueva Arquitectura Financiera

Plantean creación de Banco del Sur y moneda común para América Latina

“Debemos tener acción colectiva, acción conjunta en una crisis económica, no puede funcionar el modelo del sálvese quien pueda. Estamos hablando de todos los países de la región latinoamericana y eso implica construir el Banco del Sur, tener un banco central del sur para tener una moneda común. No una moneda única que reemplace a las nacionales, sino una moneda adicional común que permita enlazar nuestros pagos”, planteó el economista ecuatoriano y excandidato a la presidencia de su país, Andrés Arauz en entrevista con nuestramerica.tv.

Para Arauz, la región enfrenta un duro desafío de cara a alcanzar una real integración, que logre unir diversos aspectos entre todos los países, a fin que se logre “una integración dentro de la región y tener políticas comunes frente a los embates de los ataques especulativos de quienes quieren destruirnos”.

DEG y Argentina

Con respecto a la crisis en Argentina, Arauz aseveró que “necesitamos defender a la Argentina. Es un momento en donde tenemos que agruparnos para defenderla, es un caso emblemático. Tiene un endeudamiento enorme con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que se hizo durante el gobierno de Macri y Argentina tiene que pagar eso y para poder hacerlo necesita pedir un nuevo préstamo cada tres meses, lo que significa que los poderes hegemónicos la tienen sometida. Entonces, es preciso buscar mecanismos de flexibilidad en el tema de las sobretasas, para que se disminuya la carga del servicio de la deuda argentina”.

Sobre esta posibilidad, el economista señaló que una alternativa sería una nueva emisión de Derechos Especiales de Giro (DEG) mucho más grande que la de 2021 para que con parte de ese dinero se pueda saldar la deuda que tiene la Argentina con el FMI. Y al resto de países estos nuevos DEGs servirían “como un colchón frente a esta crisis de deuda externa que se viene muy pronto”.

Arauz explicó que los DEG son una especie de moneda mundial, poco conocida, y que se crea de la nada mediante la decisión política en el seno de la Asamblea General del Fondo Monetario Internacional. “Todos los países votan y luego reciben un monto de dinero. A los países ricos ese dinero no les sirve de nada porque ellos ya tienen dinero mundial, pero a los países del sur sí nos sirve para poder importar vacunas, equipamiento, etc. O muchos lo han utilizado en sus presupuestos nacionales, para atender las necesidades de su población, especialmente en la recuperación de la pandemia”.

Agregó que muchos países también utilizaron los DEG para pagar viejas deudas con el FMI y de esa manera lograr un alivio de endeudamiento. “Es un instrumento realmente positivo y creemos que hay una oportunidad. Así es que todos los países con voz alta exigen, al igual que lo está haciendo la Unión Africana.”, sostuvo.

Colombia, Brasil y la integración

Por otro lado, Arauz también se refirió a la situación de Colombia en el escenario de la integración con la posesión de Gustavo Petro: “el día de su posición le dedicó casi una hora hablar de la integración regional, surge como un líder que va llenando algunos de los vacíos de falta de liderazgo que tuvo la región con respecto al tema de la integración regional, además Colombia es el segundo país más poblado de América del Sur y también grande en términos de cobertura territorial, está geo-estratégicamente ubicado y claro para poder llevar a cabo muchas de las reformas que plantea, necesita escudarse, apalancarse en la integración regional, juntamente con Brasil van a cumplir un rol clave ahora en ese escenario”.

Precisó que para Petro y los objetivos que ha planteado es importante el resultado de la contienda electoral en el país carioca. “Sin Brasil, obviamente se puede avanzar, pero muy poco; con Brasil se puede avanzar y mucho y aspiramos a que el triunfo de Lula en octubre próximo marque definitivamente una dirección para toda nuestra América”.

Las 5 soberanías para América Latina

Un aspecto muy importante en el análisis del contexto latinoamericano tiene que ver con la ampliación del aspecto de producción en América Latina, Arauz precisa que se necesitan cinco tipos de soberanías que deberíamos tomar en cuenta los latinoamericanos y latinoamericanas de cara a un desarrollo futuro en la región.

“La región necesita pasar de una economía basada en recursos finitos, como el gas, el petróleo, la minería, a una economía basada en recursos infinitos, como la creatividad humana, la inteligencia, la diversidad. Entonces, eso implica el desarrollo de una política productiva basada en el conocimiento”. También indicó que para lograr este grado de desarrollo es necesario contar con una política educativa de amplia cobertura social, de buena calidad, buenos sistemas universitarios, arte e inversión en ciencia y tecnología para poder investigar nuestras necesidades tecnológicas.

Precisó Arauz que las cinco 5 soberanías que América Latina necesita alcanzar son: soberanía alimentaria, “para que con nuestros propios alimentos tengamos suficiencia en nuestra región; soberanía sanitaria, con nuestros propios medicamentos, pero también equipos de tecnología que se utiliza en los hospitales; soberanía de recursos naturales, para poder decir si tú siembras, yo también y entre los 2 sumamos el 40 o 50% de la exportación de soja del mundo, por ejemplo. Lograr un mejor precio de forma conjunta ante el mundo y eso mejora los términos de intercambio, pero además que nos permite un paso adicional, que es la industrialización, y ahí se puede lograr muchas cosas con el petróleo o la minería; soberanía energética, pues nuestros sistemas eléctricos no están interconectados, somos dependientes y vulnerables a lo que otras fuerzas hegemónicas nos provean en términos de energía; y finalmente, soberanía del conocimiento, necesitamos una política tecnológica común en donde se vayan cubriendo las necesidades de conocimiento para un sistema productivo propio, y eso implica, por ejemplo, contratar ingenierías para tener proyectos de infraestructura. Imaginémonos Sudamérica con un sistema ferroviario común, que nos puedan conectar las grandes ciudades de nuestro continente, sería maravilloso, pero claro, más allá de la voluntad política, también se necesita dinero para poder ampliar esa diversidad productiva.

Nueva arquitectura financiera

El también investigador detalló que a fin de alcanzar los objetivos planteados, es necesario contar con instrumentos propios. “Nuestra arquitectura financiera propia, con un banco del Sur volcado a financiar proyectos regionales, no para la caja chica de tal o cual Gobierno, sino para proyectos grandes que necesita la región; y, segundo, un banco central sudamericano que permita que los pagos entre nosotros, los que son de Perú a Colombia, los que son de Brasil a Uruguay, los que son de Uruguay a Venezuela, se puedan hacer con una moneda común, una moneda regional e incluso inclusive mediante telefonía celular como ahora se viene haciendo con las tecnologías de información disponibles, entonces necesitamos modernizar nuestros sistemas de pago”, concluyó el economista ecuatoriano.

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