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Nueva Arquitectura Financiera

FMI otorga al Perú US$ 1,818 millones no reembolsables para enfrentar la pandemia, en el marco de la más grande emisión de Derechos Especiales de Giro

El último 23 de agosto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha distribuido entre sus 190 países miembros US$ 650 mil millones de dólares en Derechos Especiales de Giro (DEG). Este reparto se ha hecho de manera proporcional a la cuota que cada país miembro del FMI tiene acreditada en el organismo multilateral. Estos recursos han llegado mediante las bancas centrales.

En total para la América Latina se destinaron US$ 51,400 millones, lo que equivale aproximadamente 1 por ciento del PBI regional. El monto que recibió el Perú, US$ 1,818 millones de dólares vía el Banco Central de Reserva, alcanzaría para dar un bono adicional de S/ 700 por familia al ya anunciado por el ministro de Economía & Finanzas, y además sobrarían más de 500 millones de dólares para otras prioridades pandémicas.

“El costo total de ese bono de 700 soles asciende en total a S/. 5,145 millones mientras que los DEG que nos tocan llegan a S/. 7,272 millones si consideramos un tipo de cambio de S/ 4.00 por dólar. Es decir, que estos recursos alcanzan para un segundo bono y más amplio todavía. Asimismo, estos recursos no permanentes, podrían generar fondos y asignaciones no permanentes para el agro, la investigación médico-científica, la salud, los cuidados, la educación, la alimentación entre otras urgencias pandémicas”, estimó Carlos Bedoya, coordinador de la Red Latinoamericana por Justicia Económica y Social (Latindadd).

Sin embargo, ha trascendido que ni el ministro Pedro Francke, ni el presidente del Banco Central, Julio Velarde, están dispuestos a que todo o una parte de este millonario monto pase a ser usado en el presupuesto público, según sostiene Bedoya. “Creo que hay formas creativas para que los DEG otorgados al Perú pasen a tener un uso fiscal, sin embargo, tanto el ministro como el titular del banco central tienen una interpretación muy rígida y conservadora del artículo 84 de la Constitución peruana, que señala que el BCR no puede financiar al erario. En Latindadd hemos desarrollado un manual con 4 opciones en base a la experiencia internacional para que parte o el total de este monto pueda entrar a la caja fiscal. Esperamos además que, en el marco del gobierno popular de Pedro Castillo en el Perú, al menos esta emisión de DEG sirva para abrir el debate sobre la modificación del artículo 84 de la Constitución y así permitir que el BCR financie al fisco en contexto de emergencia nacional como la pandemia, y se le asignen algunos roles adicionales al banco además de controlar la inflación y el tipo de cambio”.

De otro lado, a pesar de que el Sexto Manual de Estadísticas de la Balanza de Pagos del FMI recomienda clasificar estadísticamente a todos los DEG como deuda externa, este beneficio no es deuda según Latindadd porque no hay obligación de devolverlo. “Solo hay una tasa de interés muy pequeña (0.05% anual) si uno canjea (redime) los DEG por dólares. Es decir, de los US$ 1,818 millones de dólares en DEG que corresponden al Perú, si el Banco Central de Reserva los canjea por la divisa norteamericana, pagaría 909 mil dólares anualmente, sin estar obligado a devolver el capital nunca”, comentó Bedoya.

En el caso de los miembros de América Latina y El Caribe, la emisión de DEG que le corresponde llega a los US$ 51,400 millones, es decir un 1% del PBI regional aproximadamente. “El debate ya ha empezado en varios países como México, Ecuador, Paraguay y Colombia, donde los gobiernos están pidiendo que sus bancos centrales les entreguen parte de esos recursos para financiar la salida social a la emergencia sanitaria. “Lo mismo debería pasar en el Perú, en especial en el contexto de un gobierno que apuesta por una salida social a la emergencia de la Covid-19”, indicó el coordinador de Latindadd.

De hecho -Bedoya agrega-, el motivo de esta cuarta emisión de DEG en la historia del FMI ha sido la necesidad de la gran mayoría de países del mundo, en especial del sur global, de contar con recursos para enfrentar la emergencia mundial del nuevo coronavirus y sus variantes, sin tener que sobre endeudarse.

Por eso, desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al Covid-19 como una pandemia en marzo de 2020, muchas organizaciones de la sociedad civil global, tanques de pensamiento, personalidades de la academia, la política y la economía, y algunos gobiernos desplegaron un trabajo de influencia política a fin de que el FMI haga una nueva emisión de Derechos Especiales de Giro.

“Si bien, el pedido era por tres billones de dólares, la emisión actual de DEGs solo alcanza a una quinta parte de este monto. Se espera que en los próximos meses se haga una nueva emisión. Sin embargo, lo urgente es que los bancos centrales pongan estos recursos a disposición de los ministerios de Economía, Finanzas o Hacienda según se le denomine en cada país. La razón es muy simple. En este momento no tenemos crisis de balanza de pagos (crisis externa) en la región. Lo que tenemos es crisis por el lado fiscal. Entonces, los países de la región no requieren más reservas internacionales, lo que requieren son recursos fiscales frescos”. Este diagnóstico se puede ver a detalle en un reciente estudio realizado por Oscar Ugarteche para la Red Latinoamericana por Justicia Económica y Social (Latindadd).

Contacto prensa: si desea concertar una entrevistar o ampliar el tema, puede escribir a: omarolivares@latindadd.org o al +51995283180

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