Redacción. Aunque el gobierno peruano no define aún si fijar una tasa de impuesto a las fortunas y grandes riquezas (pero evalúa gravar los sueldos que superen los tres mil dólares mensuales) como un mecanismo para recaudar dinero y enfrentar la crisis económica que está causando el coronavirus, diversos sectores han respaldado la iniciativa de establecer un nuevo tributo.
En una entrevista para el portal Ojo Público, Francisco Durand, sociólogo e investigador de las élites del poder, señala que «el Perú necesita una reforma tributaria que alcance las distintas formas de riqueza». Agrega que es el momento preciso para aplicar una reforma fiscal de recaudación, que esté enfocada en el 1% o 2% de los peruanos con mayor riqueza, para así aumentar la recaudación tributaria.
Durand es preciso al describir y criticar a las élites que controlan el poder económico en el Perú, señalando que «hay una especie de pánico o temor entre los ricos. Quienes han ganado extraordinariamente bien en el Perú no quieren que les toquen los ingresos. Estamos hablando del 2% de la plutocracia neoliberal, del miembro del directorio de un banco que recibe US$10 mil de dieta mensual, por un día de reunión a la semana; de los consultores financieros y abogados de los estudios de élite que ganan hasta 20 veces más que sus pares».
Sobre la intención del gobierno peruano de gravar los sueldos que ronden los tres mil dólares al mes (10 mil soles aproximadamente), Durand advierte que eso solo impactaría sobre las clases medias y que no estaría tocando ni un solo centavo de los ricos y millonarios. «Vizcarra propone un impuesto a la planilla, y eso, en realidad, toca más a la clase media y media alta, y no al 1% o 2% de la población enriquecida. Gravar los ingresos sería viable, pero con un umbral razonable: una persona que gana S/50 mil al mes, por ejemplo, es una persona privilegiada y sí podría pagarlo. Pero el tope de S/10 mil que se ha comentado es un impuesto falsamente solidario».
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Con información de OJO PÚBLICO.
