– En Patriotic Millonaires pensamos que la prosperidad del país comienza con una clase media y clase trabajadora próspera porque ellos son muchos consumidores. Y es gracias al consumo del conjunto de la población que hay crecimiento económico. Por eso impulsamos la política impositiva en la cual los ricos paguen más, y el aumento del salario mínimo. Apoyamos a los congresistas que están a favor de esas políticas que son, en su inmensa mayoría, demócratas, aunque también hay republicanos que están a favor de estos cambios.

Este debate no ocurre solo en Estados Unidos. Se da en el mundo desarrollado y en países en desarrollo. En Argentina hubo un presidente millonario, Mauricio Macri, que también siguió la política del “trickle down” con un resultado desastroso. Lo mismo está pasando en Chile con otro presidente millonario, Sebastián Piñera. En ambos casos, estas políticas generaron protestas masivas. ¿Cree que si no se cambia la actual tendencia económica terminará sucediendo lo mismo en otros países, incluido los Estados Unidos?

– Me temo que sí. Aún sin conocer bien los casos de Argentina y Chile, está claro que esa es la dirección si no se cambia a tiempo. Esto no puede funcionar como una aristocracia del siglo XXVIII. Fíjese lo que sucedió en Grecia y en el Reino Unido. En este último hubo un referendo a favor de dejar la Unión Europea. Lo votó la gente que había quedado relegada. De manera que si se sigue con la política actual inevitablemente habrá rebeliones sociales que harán muy difícil la convivencia democrática.

Es lo mismo que dicen líderes anticapitalistas

– Quiero dejar en claro que no lo digo desde una posición anticapitalista. Soy capitalista, gano dinero invirtiendo, pero tengo que reconocer que cuando invierto en Apple, hago dinero porque mucha gente consume ese producto y, en realidad, me conviene que mucha gente más lo consuma. Hay un capitalismo que funciona y otro que no funciona. El actual, con esta visión de corto plazo, en la que se quiere todo, ahora, no está funcionando.

Muchos asocian esta visión con la esencia de capitalismo. Ganar lo máximo posible en el menor tiempo que se pueda.

– No siempre fue así. Esto empezó en los ’80. Antes había fábricas en todos los sectores que invertían con una visión de largo plazo. El capitalismo financiero de las últimas décadas lo ha distorsionado. El concepto mismo de democracia está en juego porque este minúsculo grupo de multimillonarios utiliza el dinero para incrementar su poder político y usa ese poder político para incrementar su riqueza.

Escrito por Marcelo Justo, para el diario argentino Página12