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Pronunciamientos

Rechazan injerencia del Grupo de Lima sobre Venezuela

La Comisión Nacional de Enlace (CNE), miembro de Latindadd en Costa Rica, emitió un comunicado donde hace un llamado al gobierno de su país para que abandone el denominado Grupo de Lima, esto a raíz de que el citado conglomerado de países publicó una nota donde hace “un último llamado al gobierno venezolano a suspender las elecciones, ya que han sido convocadas por una autoridad ilegítima…”.

El texto agrega que si el gobierno de Nicolás Maduro no acata el pedido analizarán una serie de acciones a implementar desde el próximo 20 de mayo “en lo diplomático, económico, financiero y humanitario”. El comunicado del grupo de Lima también hace un llamado a “endurecer la política de los países que integran el grupo hacia Venezuela”, así como alternativas “extremas”, como “romper relaciones” con Caracas.

Comisión Nacional de Enlace
Comunicado político Nº 59
Exigimos el retiro inmediato de Costa Rica del Grupo Agresor de Lima

Hemos visto en los últimos meses como se han venido articulando y afinando los instrumentos para la intervención y la agresión contra Venezuela desde el Grupo de Lima. Esto no es nuevo, se han dado varios comunicados y uno de ellos  fue el firmado por 16 países, incluida Costa Rica, conocido como “Declaración sobre Venezuela” en la recién pasada Cumbre de las Américas celebrada en Lima, Perú, en abril de este año. Dicha declaración es una intervención abierta en los asuntos internos de Venezuela y por supuesto es parte de la construcción del andamiaje político para justificar la agresión incluyendo la parte militar.

En el caso de Costa Rica, la administración Solís Rivera, manifestó estar de acuerdo con la Declaración sobre Venezuela y el presidente Luis Guillermo Solís afirmó que se sumaba a ese documento por considerar que Venezuela carecía de procesos electorales limpios, apoyando el llamado a desconocer el proceso electoral que se llevará a cabo este 20 de mayo y por supuesto los resultados.

En esta situación Costa Rica se mueve en aguas pantanosas y se suma a acciones políticas apoyadas por 16 países, la mayoría de ellos montados en el carrusel de la agresión directa contra Venezuela.

Más aún, el 01 de mayo, el senador estadounidense Marco Rubio se reunió con el presidente Luis Guillermo Solís y el presidente electo Carlos Alvarado para tratar temas de seguridad y por supuesto sobre la situación de Venezuela. De ahí que, el senador le agradeciera a Solís por el liderazgo de Costa Rica en el Grupo de Lima y de la importancia de trabajar con los aliados para “ayudar a Venezuela en su lucha por la libertad y la democracia”.

Para tomar en cuenta, ya en abril, el senador Rubio había detallado sin ambages ante el Congreso estadounidense las acciones que EEUU y sus aliados debían emprender para acelerar lo que él llamó “el surgimiento de una Venezuela post-Maduro”.

La primera medida, aumentar la presión multilateral sobre “el régimen de Nicolás Maduro”, de paso y sin ninguna prueba, el senador Rubio acusó de criminales y narcotraficantes a los funcionarios del actual gobierno venezolano.

La segunda medida, que el Grupo de Lima y EEUU puedan abrir un corredor humanitario que permita la entrada de alimentos y medicinas a Venezuela que pudieran ser distribuidos por una organización no gubernamental (ONG). Algo así como los cascos blancos en Siria, un reducto de provocadores.

La tercera medida, hacer como parte de este plan, la  preparación “para ayudar a reconstruir la Venezuela libre y democrática después de que Maduro abandone el poder”.

En ese orden, el 07 de mayo se celebró la reunión especial del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), en dicha reunión fue muy esperada la llegada del vicepresidente estadounidense Mike Pence que tenía toda la intención de promover la agenda intervencionista contra Cuba, Venezuela y Nicaragua. Así fue, señaló que “La semilla de la tiranía de Cuba se ve reflejada en Venezuela y Nicaragua” y agregó que “los cubanos  y los nicaragüenses merecen vivir en democracia  y que este es un postulado de la Carta Democrática de la OEA”.

Y cargó contra el gobierno venezolano. Calificó a Venezuela como un narcoestado, apuntó sobre la crisis migratoria y los corredores humanitarios, solicitó la expulsión de Venezuela de la OEA y manifestó que EEUU hará lo necesario para restaurar la democracia en Venezuela. Es decir, una abierta declaración de guerra. En ese juego, al ser partícipe del Grupo Agresor de Lima, está Costa Rica.

En todo esto cabe destacar que el día 14 de mayo, el Grupo de Lima, reunido en la ciudad de México emitió un comunicado en el cual hacen “un último llamado al gobierno venezolano a suspender las elecciones, ya que han sido convocadas por una autoridad ilegítima…” y señalaron que de no ser así analizarían las acciones a ser tomadas después del 20 de mayo en lo diplomático, económico, financiero y humanitario. Reiteraron su condena al “régimen autoritario” de Venezuela que ha violentado la institucionalidad democrática y en una entrevista radial para una emisora chilena, el canciller Roberto Ampuero declaró que el bloque estudia “endurecer la política de los países que integran el grupo hacia Venezuela”, así como alternativas “extremas”, como “romper relaciones” con Caracas.

Resaltar que, Costa Rica, lejos de alejarse de esa política de provocación, interventora y agresora, respaldó el contenido de la  declaración suscrita por el Grupo de Lima, en particular el llamado a que el gobierno venezolano suspenda los comicios presidenciales del próximo domingo. Costa Rica, dice la canciller  Epsy Campbell,  reitera su participación activa en el Grupo de Lima.

Todo esto ocurre cuando la periodista Stella Calloni, en una publicación del 09 de mayo, denuncia con precisión que el Pentágono, sin importar la administración que esté en Washington,  sigue adelante con su plan de dominación a escala mundial. Calloni revela que el SouthCom (Comando Sur) tiene planificada una operación militar contra Venezuela.  Basándose en un documento interno del Pentágono, signado por el Almirante Kurt W. Tidd,  Calloni pone al desnudo la implicación de Argentina, Colombia, Brasil, Guyana y Panamá en ese proyecto de derrocamiento de un poder democrático, nacido del voto popular.

Costa Rica y el resto de países involucrados con el desconocimiento del proceso electoral venezolano del próximo domingo 20 de mayo y sus resultados, están jugando con fuego. La intervención y agresión a Venezuela  inició hace mucho tiempo pero no se sabe cómo ni cuándo  terminará. Toda agresión  a Venezuela no solo involucra a ese país, involucra a sus aliados que de hecho los tiene.

La respuesta a la agresión imperialista no solo abarcará territorio venezolano, todo el Caribe está involucrado y Costa Rica es parte del arco del Caribe y tiene una frontera con un aliado, si no estratégico por lo menos táctico del gobierno de Venezuela. Y cuando la geopolítica y la geoestrategia priman, las fronteras pasan a segundo plano.

Primero porque nos parece inaceptable que Costa Rica se mueva en función de los intereses más oscuros de América Latina que pugnan por el desconocimiento del proceso electoral y la intervención militar en Venezuela y segundo porque es lógico pensar que nadie se va quedar con las manos amarradas en cuanto a la respuesta a esa agresión, es que exigimos que el gobierno de Costa Rica abandone de inmediato el Grupo Agresor de Lima, convertido en un aparato títere del imperialismo  y de los sectores más reaccionarios y vendepatrias de América Latina.

Comisión Nacional de Enlace
15 de mayo de 2018

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